El miércoles fue una de esas tardes en las que teníamos tiempo para los dos, así que decidimos ponernos manos a la obra en la cocina. Parece mentira como algo que en principio puede resultar tedioso, como cocinar, se convierte en un verdadero placer cuando lo compartes y lo riegas con un buen vino y algo de picoteo. Como vimos que teníamos muchos paquetes de láminas para canelones y bastantes latas de foie gras, decidimos que era una excusa perfecta.
La receta es bastante sencilla de realizar, aunque lleva un poco de tiempo… Os cuento los ingredientes que utilizamos por si os animáis a probarlos:
Para la bechamel:
– 50 gr de mantequilla.
– 2 cucharadas soperas de aceite de oliva.
– 2 cucharadas soperas de maicena (o harina en su defecto).
– 3/4 l de leche fria.
– 1/2 bote de tomate frito.
Para el relleno:
– 3 latas pequeñas de foie gras.
– 2 puñados de nueces peladas.
Para gratinar:
– Queso en polvo.
– Mozarella rallada.
– Mantequilla.
En función de las láminas para canelones que tengas tendrás que hervir agua y cocerlas como indica el paquete o, si son precocinadas, bastará con meterlas unos 20 minutos en un bol de agua caliente. Ten cuidado y muévelas de vez en cuando para que no se peguen unas con otras. ¡Que no se te olvide precalentar el horno a 180 grados!
Para hacer la bechamel pon en una cacerola de unos 20 cm de diámetro a fuego medio el aceite y la matequilla para que se derrita y añades la maicena. A partir de este momento vas a echar músculo removiendo con unas varillas conforme vas añadiendo la leche, poco a poco, para que no se formen grumos (que se harán, pero que tendrás que lograr deshacer… jejeje). Aunque parece tentadora la idea de echar toda la leche y remover, es mejor que te contengas y vayas echándola a poquitos, removiendo bien. Una vez que esté toda incorporada no dejes de remover unos 10 minutos más hasta que espese (eso ya depende de cómo te guste más… yo la prefiero espesita).
Si tienes la suerte de contar con otro par de manos (ya sea tu chic@, amig@ o algún pobre incauto que pase por ahí…) puedes pedirle que vaya preparando el relleno mientras tú haces la bechamel. Es sencillito, así que no se queje mucho: sólo hay que picar las nueces en un mortero, ponerlas en un bol junto al foie gras, añadir unas tres cucharadas de bechamel y mezclar. Fácil, ¿eh?
El siguiente paso es preparar la fuente de los canelones. En muchas recetas he visto que ponen aceite o mantequilla para que no se peguen, pero yo hago como mi señora madre, que es muy lista, y aprovecho la propia bechamel para cubrir el fondo (con unas 5 o 6 cucharadas grandes es suficiente).
Ahora toca enrollar los canelones: extiende una servilleta de tela limpia sobre la encimera y extiende las láminas unas junto a otras. De esta forma te resultará más cómodo rellenarlas con el foie gras, poniendo un montoncito en el centro y enrollándolos para colocarlos juntitos en la fuente. ¡Perfecto!
Rescata la bechamel que teníamos ya preparada y añádele el tomate frito. Cubre los canelones con ella, espolvorea el queso y la mozarella y coloca pequeñas «nueces» de mantequilla por encima para que quede más jugoso. Y listo para meterlo en el horno unos 20 minutos a 180 grados.
Espero que si te animas a hacer la receta te guste tanto como a nosotros. Lo de las nueces fue una «variación» que se le ocurrió a mi chico sobre la receta de mi madre, así que si prefieres algo más tradicional basta con que los hagas sólo de foie gras.
Aquí os dejo la foto que nos hicimos emocionadísimos con nuestra primera co-producción de canelones. ¡Todo un éxito! Por cierto, para la próxima espero hacer fotillos del proceso, que con la emoción del momento se me fue el santo al cielo.
El Blog de Rebeca Flores 